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Mentiras para desacreditar gobiernos.

Foto del escritor: Divergente IberoaméricaDivergente Iberoamérica

Las campañas políticas que estamos viendo en la actualidad están llenas de polarización, mentiras y falsos mensajes que buscan desestabilizar gobiernos, instituciones, familias y hasta personas.


Eso no es nada nuevo, desde la antigüedad se ha creado falsos rumores para afectar la credibilidad en la gobernanza, la desacreditación de una empresa o mancillar la honra y el buen nombre de quienes sobresalen por alguna distinción. Recordemos el juicio a Sócrates por “corromper la juventud”; a Jesucristo por “declararse rey de los judíos”; a las mujeres que murieron en Salem por “ser consideradas brujas”; entre otros miles de casos que han sido reconocidos a lo largo de la historia.


En política se han utilizado diversos medios de marginación, entre ellos los famosos pasquines, estos son impresos en cualquier garaje y repartidos por doquier debajo de las puertas en plena campaña electoral; o por ejemplo, los carteles en lugares visibles del municipio haciendo falsas denuncias; los espacios publicitarios con propaganda engañosa con el n de movilizar a las personas para votar o abstenerse de hacerlo; las encuestas amañadas, la utilización de falsos per les en redes sociales polarizando y generando sentimientos de indignación y odio frente a situaciones que no han pasado o que viven solo en la imaginación de sus creadores.


Pero ¿quiénes están detrás de estos comunicados?, ¿cuál es el interés que les rodea?, ¿cuál es la motivación nacional de estas personas que se prestan para realizar este tipo de noticias falsas?


Recordemos que las personas obramos por motivaciones, pasiones e instintos, y algunos pueden ser altruistas, generados por la necesidad de hacer el bien o defender los intereses de la comunidad, y otros, mal logrados, con intención al deseo del daño, a la venganza y la ambición. En este artículo vamos a hablar respecto de este segundo grupo de personas, quienes son dedicados a utilizar la comunicación para hacer daño o desinformar con el n de obtener un rédito personal.


Un gobierno es desacreditado cuando se generan rumores que crecen como una bola de nieve causando incertidumbre frente a una situación en particular. Recordemos en las emergencias invernales que sufrimos los colombianos, hace unos años, donde evidenciamos las falsas alarmas; la intranquilidad frente a la entrega de ayudas humanitarias de emergencia, los rumores que circularon frente a posibles fallecidos, en n… parecíamos ser llevados a la suerte por una cantidad de murmullos que no habían sido ciertos.


Estos rumores son creados gracias a la falta de información clara y precisa por parte de la institucionalidad, por una carencia inmensa de manejo de crisis que permite que cualquier persona dé su punto de vista y este sea tomado como o cial. Frente a esta situación las administraciones deben realizar estas mínimas acciones: prever, analizar, ejecutar e informar, siempre informar. Sin embargo, hay otra clase de noticias falsas, por ejemplo, respecto a los mandatarios, hay personajes que inventan accidentes fatales, hacen montajes de fotografías con capturas de los alcaldes o de sus familiares. Y ni qué decir respecto de quienes son osados y falsi can denuncias para exponer en las redes sociales una supuesta investigación penal.Así mismo hay quienes se dedican a desprestigiar en redes sociales a un dirigente regional porque “ya no me saluda”, o quieren llamar su atención, para que se les dé un jugoso contrato a manera de extorsión.Y de otra parte, también hay quienes son manejados por su cerebro reptiliano, aquellos movidos por la ira, la envidia y la amargura, que hacen comentarios en redes sociales llenos de cizaña, rencor y resentimiento, frente a un alcalde, concejal, diputado, gobernador o congresista.Todo esto, hace que los elegidos democráticamente no solo les toque asumir las funciones administrativas que les corresponde por ley, sino que también tengan que contratar a un experto en manejos de crisis, para que no solo informen a la opinión pública de la gestión del alcalde, sino que también le hagan frente a la desinformación de aquellos pobres personajes que se dedican a lo suyo.Por eso, la recomendación principal es que antes de compartir una información, se veri que la fuente, es decir, ¿es una fuente con able?, ¿ya hay un pronunciamiento o cial?, pero por sobre todo seguir los tres ltros de Sócrates antes de difundir: ¿Es verdad?, ¿es bueno?, y ¿es necesario? Solo así dejaremos la polarización y tendremos una visión real y crítica de la labor de nuestros gobernantes.


POR: YURY RAMÍREZ – CONSULTORA POLÍTICA Y DE GOBIERNO (Colombia) #mentiras

 
 
 

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