Comunicar asertivamente en situaciones de crisis puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte de nuestros gobernados y también, desde luego, incidir en la reputación del gobernante.
La actual situación de pandemia que vive el mundo, por el coronavirus, ha puesto de cabeza los sistemas políticos y económicos y el orden mundial que solíamos tener.
En México, la aparente carencia de una estrategia para “contener” y enfrentar la crisis también se ve reflejada indudablemente en la comunicación gubernamental.
Algunas veces incluso pensaríamos que, más que desatinos o fallas, la estrategia de comunicación forma parte de un perfecto plan elaborado.
Mientras que países como España, Italia y Estados Unidos tuvieron que tomar medidas drásticas tales como el aislamiento social y el cierre de fronteras sin pasar por alto el uso, obligatorio, del cubre bocas y de gel antibacterial, por mencionar solo algunos, en México las propias autoridades se han encargado de descalificar la eficacia de dichas acciones.
Al día 18 de marzo, Italia llevaba un registro de casi 3 mil muertos y España no veía por dónde frenar el virus con cifras de contagio en casi 15 mil personas y 630 muertos. A nivel mundial se habla de 8, 400 fallecidos y 200, 000 positivos. En tanto, Estados Unidos anuncia el cierre, consensuado, de la frontera de Canadá. Además de las medidas también tomadas por Ecuador, Salvador, Perú, Rusia y Corea del Norte.
Mientras todos estos datos y sucesos estremecen y sacuden el mundo con la caída de la bolsa y de los precios del petróleo, México, México se cuece aparte.
En cadena nacional y transmisiones en vivo, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador ha protagonizado diferentes escenas que contravienen el actuar de los líderes mundiales antes mencionados. En medio de la crisis mundial, no solo no canceló sus giras, sino que incluso besó y succionó la mejilla de una pequeña ocasionando un escándalo en redes sociales por no observar las medidas mundiales de no abrazos, no besos, no proximidad, y de la ola de violencia y feminicidios ya mejor ni hablamos.
De igual forma, el subsecretario de Preveción y Promoción de la Salud del gabinete federal, Hugo López Gatell, se atrevió a decir que en caso de que el mandatario contrajera el virus no sería fuente de contagio en sus constantes giras y exposición masiva, en virtud de su "fuerza moral" ¿?
De manera visible y en éstas mismas transmisiones en vivo, ha rechazado el uso de gel antibacterial y de cubrebocas.
Sin duda, de los más evidentes ¿errores? de comunicación que tuvieron, fue el hecho de decretar “vacaciones” por un mes para los estudiantes y no una cuarentena como tal, lo que ocasionó que familias enteras se volcaran a las playas y conciertos masivos.
PROTOCOLO DE CRISIS
Cuando un gobierno vive o enfrenta una situación de crisis, lo primero que debe hacer es aceptar que enfrenta una problemática. Acto seguido deberá instalar un comité de crisis que tendrá que apegarse a un protocolo a seguir. En algunos países conocen este comité como war room o gabinete de gobierno.
Dependiendo del tema de crisis, se pueden integrar desde luego por el presidente de la Nación, el secretario de Gobernación, el secretario de Seguridad Pública o fiscal general y titular de la Defensa Nacional, desde luego, el secretario de Comunicaciones y en este caso, el de Salud. Reitero, dependiendo de la problemática que se enfrente, se puede agregar al equipo al secretario de Hacienda o alguien más.
Este grupo interdisciplinario deberá nombrar un vocero para que sea el único encargado de salir a emitir pronunciamientos, leer comunicados, ofrecer ruedas de prensa o emitir mensajes a través de las redes sociales. El objetivo es evitar el caos y el atropellamiento informativo de funcionarios que sin conocimiento de causa opinen y entorpezcan el control de la crisis.
A la par, se debe atender y atajar de inmediato la situación con acciones. Una vez controlada la situación, se debe dar seguimiento y sobre todo cumplir con lo establecido.
Muy importante: hablar siempre con la verdad, por muy complicado que sea el tema, de lo contrario, una falsedad puede conllevar a otra situación igual o peor de grave.
Y por favor, nunca, nunca se deben dejar vacíos de información. La ausencia de información se llena con rumores.
POR: GUADALUPE SANTACRUZ – ESTRATEGA EN MEDIOS DE COMUNICACIÓN (México)
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